October 12, 2018
No todos los días tenemos la dicha de movernos por las entrañas del Panorama Tower, el edificio residencial más alto construido jamás al sur de Manhattan. Dicho privilegio es doblemente superior si el recorrido es guiado por su creador, el arquitecto cubano Moshe Cosicher.
DIARIO LAS AMÉRICAS tuvo la oportunidad de elevarse en apenas unos segundos hasta el punto más alto de Miami. Visitamos en el piso 85 los pulmones de la torre, un salón donde trabajan sin descanso las grandes máquinas que equilibran la temperatura del edificio. Desde allá arriba el resto de la ciudad parece simplemente una maqueta. Descendimos, recorriendo una especie de barrio vertical, y a nuestro paso descubrimos interesantes rincones.
Detrás del nombre Moshe Cosicher se esconde un cubano cuya familia es de origen centroeuropeo. “Mi apellido es eslovaco. Mis padres llegaron a Cuba huyendo de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Pero yo nací en Cuba, así comenzó su presentación este arquitecto de 69 años, integrante de la exclusiva lista de los autores de los 250 rascacielos más altos del mundo a la que ingresó tras construir el Panorama Tower de 868 pies de alto.
Modestia es el epíteto que mejor define a este creador. Tanto en su forma de comunicarse como la manera de relacionarse con su obra. “Yo nunca presté demasiada atención a la significación del proyecto. Simplemente me concentré en realizarlo. Jamás tuve en cuenta que a partir de entonces podría convertirme en un referente en el mundo de la arquitectura. Hollo -el presidente de Florida East Coast, la empresa dueña del proyecto- me dio una oportunidad y yo simplemente la asumí con mucha modestia y responsabilidad”, relató Cosicher mientras paseábamos por el edificio.
Instalaciones
El lobby de la torre es la carta de presentación del universo que se desarrolla dentro de la gigantesca construcción. Es amplio, diáfano, de doble altura, sobre el área de la recepción el techo es liso de metal dorado y bajo él comienza un pasillo de vigas de madera a través del cual se accede a las 821 unidades de lujo puestas en alquiler. Los apartamentos tienen de una a tres habitaciones y el precio de la renta va de 2.500 hasta los a 6.000 dólares al mes.
“Mi principal objetivo al aceptar este proyecto fue cumplir con las prioridades señaladas por mi cliente: la factibilidad y la funcionalidad del mismo. Es una obra tan compleja, al incluir tantas zonas de ocio y numerosas instalaciones, que hemos puesto en el mercado mas que una opción de vida, un nuevo estilo de vida”.
Vivir en Panorama Tower es como estar dentro de un club social. Cosicher prefiere llamarlo un gran vecindario vertical. Sin embargo, “a diferencia de los vecindarios tradicionales el traslado desde las residencias hacia las zonas de ocio no se hace en vehículo aquí se utiliza el ascensor”. Claro está, descendiendo o subiendo se puede llegar lo mismo al cine, a la tintorería, al correo, a un SPA para mascotas o a un parque de aguas, por solo señalar algunas de las múltiples opciones que brinda el moderno edificio.
Efectivamente la torre es un gran complejo de uso mixto que armoniza en sus 85 plantas los exclusivos apartamentos residenciales con áreas de piscinas, oficinas y un hotel estilo boutique, el Hyatt Centric.
Más detalles
El corazón social del “vecindario” pudiera decirse que se encuentra en el piso 19, donde se ubican el gimnasio y otras muchas zonas de ocio.
“Las instalaciones pueden ser compartidas entre los residentes y los huéspedes del hotel. Los inquilinos aficionados a la música tienen acceso al salón Musa, un estudio donde pueden tocar cualquier instrumento sin molestar a los vecinos. Hay dos áreas sociales muy bien acondicionadas que incluyen barra para bebidas y una amplia zona de mesas. Uno de los salones tiene habilitado un local de vinos donde los residentes en cavas pueden almacenar sus botellas personales.